Hay algo que realmente no deja de asombrarme....

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Hay algo que realmente no deja de asombrarme: Que la mayoría de gente vive su día a día, ignorando completamente que en cualquier momento les puede sorprender la muerte, y poner fin a su existencia en la tierra.

En nuestra cultura actual se intenta esconder la muerte y la vejez lo más lejos posible de vida de las personas para crear la ilusión de que no existen con el fin de ignorarlo, y seguir sacrificando nuestro tiempo de vida para alcanzar metas superficiales que nos prometen una felicidad que jamás pueden cumplir.

Seamos sinceros, cuando vamos por la calle. ¿cuántas caras alegres nos solemos encontrar por la calle?

Con algunas excepciones, los únicos que vemos con una gran sonrisa y con unas inconmensurables ganas de disfrutar del momento son los niños que tienen la suerte de vivir una infancia en circunstancias favorables, y que aun no han sido “domesticados” por la sociedad.

Todos los que hemos viajado a otros continentes con distintos niveles de vida, hemos podido comprobar que la idea de que los bienes materiales y la estabilidad llevan automáticamente a la felicidad es un mito completamente falso.

Se ven muchas más personas sonrientes y alegres en muchos lugares asiáticos, tropicales o africanos que en cualquiera de nuestras ciudades o pueblos europeos, pese a que muchos de ellos viven con lo mínimo.

Tal vez precisamente por no preocuparse de perder su estatus, se permiten vivir al día como si no hubiera un mañana.

¿No es paradójico que muchas personas en nuestras latitudes, en vez de estar agradecidos de vivir en unas circunstancias mucho más favorables, se entregan a vidas grises y monótonas, como si tuvieran otra vida escondida en el armario?

Al igual que es necesario abrazar nuestra sombra (aquellas partes nuestras que hemos relegado al olvido por creerlas indignas), también es importante convertir la muerte en nuestra aliada y consejera.

Si cada día al despertarnos, tuvieramos en cuenta que este puede ser el último de nuestra vida actual, nuestra percepción de vida cambiaria sustancialmente y jdejariamos de malgastar el tiempo en tareas inútiles y con personas que no nos llenan.